CEBOLLAS CARAMELIZADAS

 

Las cebollas caramelizadas son exquisitas cuando se sirven para decorar sopas, en sándwiches o como aperitivo para dar un poco más de vida a la fiesta.

Instrucciones paso por paso para endulzar y realzar el delicioso sabor natural de las cebollas.

Puedes caramelizar cualquier tipo de cebolla, sin embargo, dependiendo de su contenido de azúcar, algunas de ellas pueden caramelizarse más rápidamente que otras.

 

1

Para caramelizar, utilizamos 1 cebolla mediana, 3 cucharadas de aceite o mantequilla, una pizca de sal, una pizca de pimienta (opcional) y una pizca de azúcar (opcional).

2

Rebana la parte superior de la cebolla y desecha.

3

Corta la cebolla a la mitad de arriba hacia abajo y retira la cáscara.

4

Coloca la mitad de la cebolla, con el lado plano hacia abajo, en una superficie para cortar limpia y plana. Rebana en medias lunas. El grosor de las rebanadas no es importante, sin embargo, entre más delgadas más pronto se cocinarán. Si prefieres que se vean y se sientan un poco más tradicionales, corta rebanadas más gruesas.

5

Coloca un sartén o cacerola sobre la estufa y agrega una pequeña cantidad de grasa. Calienta a fuego medio-alto.

¿Aceite o mantequilla?

Nosotros utilizamos 3 cucharadas de aceite de oliva. La mantequilla aporta un sabor delicioso, pero tiende a quemarse más fácilmente, así que asegúrate de que el sartén no se ponga muy caliente.

6

Agrega la cebolla al aceite caliente.

7

Revuelve la cebolla hasta que se haya cubierto completamente de aceite.

¿A prisa?

El agregar una pizca de sal sazona la cebolla al mismo tiempo que acelera el proceso de caramelización. La sal extrae el líquido de la cebolla que eventualmente se evaporará, pero ten cuidado de no agregar demasiada sal. Si lo deseas, agrega una pizca de pimienta negra molida y una pequeña cantidad de azúcar.

8

Sigue revolviendo la cebolla. Después de un minuto o más, notarás que empieza a pegarse al fondo del sartén y a tomar un tono oscuro. No hay ningún problema, de hecho, esto es lo que debe suceder. Sigue revolviendo la cebolla y nota como se oscurece más y más.

Un viejo truco

Si sientes que la cebolla se está pegando de más en el sartén, agrega una pequeña cantidad de agua, caldo o vino y revuelve vigorosamente. A este proceso se le conoce como “desglasar”. El agua se evaporará casi inmediatamente mientras las rebanadas de cebolla se despegan.

9

Continúa el proceso de cocinar y desglasar hasta que las cebollas hayan alcanzado el color, sabor y textura deseada. Las cebollas caramelizadas son perfectas como base de la sopa de cebolla, o para decorar sándwiches y otro tipo de platillos.